El transporte marítimo sigue cambiando de manera abrupta y se presenta con una cara cada vez más sostenible aunque, en algunos casos, también poseen un gran toque de lujo y extravagancia.
Tal es el caso del yate fabricado por Arkup, una compañía conocida por elaborar estos vehículos habitables, que emprenderá la producción de una embarcación eléctrica de 22 metros autosostenible que también es una mansión flotante.
Destaca por tener en el techo 213 metros cuadrados de paneles solares de 36 kW, que generan la suficiente energía para hacer funcionar los dos motores eléctricos de 100 kW silenciosos con los que cuenta el yate, y que giran 180 grados para una mejor maniobrabilidad.
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El barco también cuenta con colectores de lluvia en el techo, que recogen el agua, la almacenan en el casco y la purifican para garantizar la autonomía total del agua dulce. Gracias a la energía solar y la recolección del líquido, puede navegar sin hacer ruido y sin contaminar por vías fluviales, bahías o lagos.
Impresionantes accesorios
En el interior de la nave, presenta una decoración minimalista, con enormes cristaleras a ambos lados que ofrece una vista del mar de casi 360 grados. Esto, unido a jacuzzis al aire libre y una plataforma que desciende al nivel del mar para quienes quieran darse un baño. Asimismo, dispone de un sistema de comunicaciones inteligente que incluye una televisión por satélite y antenas WiFi, LTE y VHF.
Tecnología vanguardista
En la embarcación también se encuentran otra serie productos innovadores que permiten controlar la temperatura del barco, las luces, las persianas eléctricas, el sistema de sonido o la videovigilancia, entre otros. Siempre de forma remota y monitoreada en tiempo real. El usuario también obtiene así información importante del yate, como la vida útil de la batería y la capacidad del tanque de agua, por ejemplo.
Entre su estructura también conseguimos cuatro patas hidráulicas de 12 metros de largo, que permiten al yate anclarse fácilmente en aguas con una profundidad de hasta 6 metros y levantar la embarcación sobre el nivel del mar para evitar mareos en los usuarios. Un sistema de autoelevación que también logra que sea resistente a vientos fuertes, inundaciones y marejadas.
Se trata de una embarcación al alcance de muy pocos bolsillos con un costo de 5,5 millones de dólares, pero que ofrece una buena experiencia en el mar.
Redacción I Jhonattan González