El año pasado se presentó ST. Helena, el barco utilizado por Extreme E para transporte y logística del campeonato. Sin embargo, su labor trasciende más allá del traslado, pues el Dr. Giuseppe Aulicino, científico de la Universidad de Napoli Parthenope, Italia, ha estado trabajando sobre sus instalaciones investigando acerca del cambio climático.
Específicamente, los estudios se basan en el derretimiento del hielo en zonas polares que se genera debido a las temperaturas cada vez más altas que alcanza el planeta. Tanto en el Ártico como en la Antártida, este fenómeno sucede con mayor velocidad, generando múltiples interrogantes que intentan ser respondidas por las personas a cargo de la investigación.
Extreme E se ha convertido en la plataforma perfecta para las investigaciones, pues nace a raíz de la crisis climática con la intención de utilizar el deporte como ventana de consciencia acerca de los graves problemas que enfrenta la Tierra.
El proyecto del Dr. Giuseppe se titula ‘E-SWIMMING’ (Hielo marino extremo – Monitoreo de Interacción de Olas para Navegación de Hielo Marginal, por sus siglas en inglés), el cual nace por la necesidad de monitorear el comportamiento del derretimiento y sobre todo, cómo hacer para revertir esta situación que coloca en peligro el ecosistema.
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Por esta razón, la primera categoría 100% eléctrica de todoterrenos conversó con el científico acerca de la importancia de su investigación para combatir los efectos del cambio climático.
«Las temperaturas atmosféricas más cálidas están haciendo que el hielo en las regiones polares se derrita. Esta es una clara señal de que nuestro clima está cambiando. El hielo derretido hace que se agregue más agua dulce al agua de mar sobre la región ártica, como a lo largo de la costa de Groenlandia, que desemboca en el Atlántico norte»
«El agua dulce agregada hace que el agua del mar sea menos densa, lo que influye en los patrones de las corrientes oceánicas y potencialmente altera el equilibrio de la circulación termohalina global. Los satélites nos ayudan a monitorear estos cambios e investigar qué los está causando».
E-SWIMMING trabaja directamente con satélites, incluyendo la tecnología en su máxima expresión para luchar ante las adversidades. Realizar observaciones sobre la capa de hielo en Groenlandia y medir la salinidad sobre el Océano Atlántico Norte y el Mar Mediterráneo se realiza con la intención de mejorar la capacidad de los satélites para monitorear los cambios climáticos directos e inferidos.
Finalmente, el Dr. Giuseppe habló sobre la importancia del barco de Extreme E en todo este proceso y lo fundamental que se ha vuelto la categoría en contra del cambio climático. «Aunque el St. Helena no es un barco de investigación, como científico puedo decir que ha sido un viaje muy positivo. Hemos recolectado 78 muestras de agua superficial en aproximadamente 4.000 millas náuticas. Recorrimos áreas muy diferentes, desde la costa de Groenlandia hasta las Azores, el Estrecho de Gibraltar y la Cuenca de Argelia, atravesando importantes estructuras oceánicas».
Redacción | Ronald Ortega