En medio del dominio hasta ahora indiscutido de China en movilidad eléctrica, Alemania es uno de los países que lidera la transición energética en Europa.
El gobierno de coalición alemán, con pocos meses en el poder, ha incentivado una política importante denominada “Atrévete a innovar”, para disminuir el uso de coches a combustión.
Ante este panorama, empresas realizan grandes esfuerzos e inversiones con el objetivo de concretar avances en la electrificación de flotas y movilidad sostenible en general.
Una de esas compañías es Blackstone Technology, que luego de años de investigación, espera comercializar baterías de iones de sodio de estado sólido impresas en 3D a partir del año 2025.
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Para el desarrollo de este proyecto, Blackstone ha trabajado en conjunto con importantes organizaciones de la industria alemana y un consorcio de investigación, que serán los encargados de realizar pruebas de esta innovación en un entorno real.
Un bus para los experimentos
Como parte crucial del proyecto, las baterías de estado sólido impresas en 3D se instalarán en un autobús eléctrico operado por la empresa Eurabus, con sede en Berlín, para demostrar su rendimiento.
En medio de las alianzas tecnológicas concretadas por Blackstone, la empresa Zeiss aporta su amplia experiencia en metrología y microscopía. Además, los Institutos Fraunhofer IFAM, IKTS, IST y el Instituto de Tecnología de Partículas de la Universidad Técnica de Braunschweig trabajarán en la validación y desarrollo de procesos, el reciclaje, la seguridad y la evaluación del ciclo de vida económico-ecológico.
Similitudes con las de litio
El sistema químico de las baterías de iones de sodio es comparable en partes con las celdas de iones de litio. Una ventaja significativa de las baterías de sodio es que las materias primas se pueden obtener mucho más fácil y respetuosamente con el medio ambiente.
La disponibilidad de sodio es muchas veces mayor que la del litio y el costo es significativamente más bajo, especialmente dado el reciente aumento de los precios del litio. Asimismo, la materia prima no tiene por qué ser importada de fuera de Europa como ocurre con el litio.
La construcción de una celda de batería de estado sólido no solo aumenta la densidad de energía, sino que también mejora muchos aspectos de seguridad. La producción de prototipos de baterías de sodio está diseñada de tal manera que se puede utilizar una amplia variedad de materiales activos.
Recursos destinados
Para llevar a cabo el plan, se invertirán 32 millones de euros en una planta piloto en el sitio de producción en la ciudad de Döbeln y en extensos desarrollos. Además, se está proceando el escalado de electrolitos en estado sólido en base sodio a escala de toneladas para poder producirlos en el Grupo Blackstone a partir de 2025.
Este proyecto está siendo financiado por el Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima de Alemania como parte de su apoyo al ecosistema de fabricación de celdas de batería con un total de hasta 24,1 millones de euros.
Redacción I Jhonattan González