LaFórmula Eha dado principal preponderancia a la suma de nuevos pilotos que puedan demostrar su talento en una competición que en menos de una década ha logrado marcar pauta deportiva y tecnológica con una visión sostenible.
Corredores con experiencia en la Fórmula 1 como Antonio Giovinazzi sufrieron la complejidad de la serie eléctrica, demostrando el alto nivel competitivo que no tiene nada que envidiar al “Gran Circo”.
Tras la exitosa temporada 8, la Fórmula E ofreció un balance de la actuación de los pilotos novatos que a pesar de las dificultades se mantuvieron a la altura del exigente torneo.
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Askew encabezó la legión
Representando a Avalanche Andretti, Oliver Askew culminó en la décimo sexta posición con 24 unidades. Protagonizó titulares con un resultado puntuable en su debut en Arabia Saudita, terminando en el noveno puesto después de comenzar la carrera en la casilla 17.
Admitiendo que el paso a la Fórmula E había sido uno de los momentos más desafiantes de su carrera, Askew tardó la mayor parte de la temporada en nivelar la empinada curva de aprendizaje y encontrar su lugar.
A pesar de eso, el piloto estadounidense encontró repentinamente su forma en Londres, superando los duelos de clasificación para comenzar la carrera en quinto lugar antes de regresar a los puntos con un cuarto puesto en la primera ronda en la capital del Reino Unido, tres lugares detrás de su compañero de equipo y vencedor de la carrera en casa Jake Dennis.
Inicio complicado para Ticktum
Para Dan Ticktum las cosas resultaron más complicadas. El único punto que logró acumular en el transcurso de la temporada podría verse como un resultado desastroso. Pero, en comparación con el total de seis unidades de su compañero de equipo, Oliver Turvey, es un logro bastante respetable para un novato que compite con un equipo que no está exento de desafíos.
El breve momento de Ticktum entre los diez primeros se produjo en Roma, cuando ambos coches NIO 333 entraron en territorio puntuable en las exigentes calles del distrito EUR de la Ciudad Eterna.
El drama de Giovinazzi
Recién llegado de la Fórmula Uno, Antonio Giovinazzi enfrentó una curva de aprendizaje considerable cuando ingresó a la arena de la Fórmula E, al igual que cualquier novato. Para el italiano, sin embargo, la suerte de los principiantes no apareció, no solo al comienzo de la temporada sino durante el resto. A pesar de no sumar un punto en las 16 carreras, hubo momentos destacados en el desempeño del piloto de Dragon.
En la segunda carrera en Berlín, fue una fracción más rápido que su compañero de equipo más experimentado en Fórmula E, Sergio Sette Camara, aunque Giovinazzi tuvo la ventaja de tener mejores condiciones en la pista al estar en el Grupo B.
Después de Berlín, su mejor desempeño se produjo en una pista familiar para él, ya que logró terminar en el puesto 16 en Mónaco, su rendimiento más alto de la temporada, pero todavía tres lugares detrás de su compañero de equipo Sette Camara.
Milagrosamente, Giovinazzi pareció encontrar su forma en la Clasificación de la Ronda 14, Londres, donde hizo su primera aparición en los duelos, derrotando al entonces campeón Nyck de Vries (Mercedes-EQ) en los cuartos de final. A pesar de la actuación que resultó en un tercer lugar, el italiano perdió su ventaja y no pudo terminar la carrera.
La Fórmula E espera seguir siendo una vitrina importante para nuevos talentos luego de aprobar entre sus normativas una serie de exhibiciones previas a la campaña que presentará el auto Gen3.
