La empresa alemana ZF está trabajando en una tecnología que permitirá un sistema de frenado totalmente eléctrico, eliminando cualquier forma de rozamiento mecánico y canalizando toda la energía de vuelta hacia la batería.
Según detalla ZF en un comunicado, su nuevo sistema se basa en la generación de fuerza de frenado en cada rueda, utilizando cuatro motores eléctricos y prescindiendo de un sistema hidráulico basado en un líquido, pastillas y discos.
La plataforma permite combinarlo con los tradicionales sistemas de fricción en los que las pastillas de freno son empujadas contra el disco mediante un sistema de presión hidráulica para crear la tensión necesaria para la desaceleración.
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Alta tecnología
ZF destaca que este sistema de frenos muestra sus beneficios de manera destacada en vehículos definidos por software y propulsados eléctricamente, puesto que ofrece nuevas posibilidades en términos de diseño y desarrollo.
En cuanto a su viabilidad económica, la empresa alemana asegura que sus costes de montaje y logística son significativamente más bajos por la simplicidad de un sistema que implica menos componentes.
Holger Klein, CEO del Grupo ZF , explicó que el sistema de frenos controlado exclusivamente por vía eléctrica representa un hito significativo en su cartera de sistemas de chasis en red. «Con la implementación de estos sistemas by-wire, estamos inaugurando una nueva era en el control de vehículos», explicó.
ZF llevó a cabo pruebas del sistema con un prototipo montado en un BYD Han. El fabricante asegura que, al igual que control de freno integrado (IBC), recientemente desarrollado, este nuevo freno por cable posibilita distancias de frenado más cortas, una mayor eficiencia en la recuperación de energía durante el frenado y costes de mantenimiento inferiores en comparación con los sistemas de freno convencionales.
En el caso de una parada de emergencia a una velocidad de 100 km/h, este sistema puede reducir la distancia de frenado hasta en nueve metros en comparación con un sistema hidráulico.
Además, en los vehículos eléctricos se puede alcanzar hasta 17% más de autonomía, gracias a una mayor eficiencia en la recuperación de energía.
ZF explica esta mejoría argumentando que, en los sistemas de frenos convencionales, las pastillas mantienen un contacto mínimo con el disco durante la marcha, generando lo que se conoce como par de arrastre residual.
Este efecto se traduce en menores costos de mantenimiento ya que, además del menor desgaste, se elimina la necesidad de cambiar el líquido de frenos a lo largo de la vida útil del vehículo.