La Fórmula 1 figura como un espectáculo que atrae a millones de aficionados en todo el mundo, pues por algo se denomina como la máxima categoría del automovilismo a nivel global. Sin embargo, detrás del rugido de los motores se esconde una realidad menos elegante pero igualmente importante: la huella de carbono.
De acuerdo con el último reporte de sostenibilidad ambiental de la F1, existen cinco fuentes que han sido identificadas como las principales generadoras de emisiones de CO2 que contribuyen a esta huella ambiental.
Logística: 45%
La logística representa casi la mitad de la huella de carbono de la Fórmula 1, donde aparecen los transportes por carretera, aire o mar, bien sea de equipos como de la propia categoría. También aparece el transporte de neumáticos de carrera.
Viajes de negocios: 27.7%
Otro componente importante son los viajes de negocios, que representan más de una cuarta parte de las emisiones de carbono de la F1, ente los que figuran los viajes en avión y en tierra de empleados de equipos y socios de eventos importantes, así como el impacto ambiental de los hoteles utilizados durante los eventos.
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Instalaciones y fábricas: 19.3%
Las instalaciones y fábricas propiedad u operadas por la F1 y los equipos también contribuyen significativamente a su huella de carbono, con las oficinas corporativas, instalaciones de fabricación de componentes y motores.
Operaciones de eventos: 7.3%
Las operaciones de eventos (transmisión, carreras de apoyo, operaciones de Paddock Club, uso de energía en circuitos, generadores y equipos en el circuito) también contribuyen a la huella de carbono, aunque, constituyen una proporción menor en comparación con otras áreas.
Emisiones de los motores: 0.7%
Sorprendentemente, las emisiones asociadas con el uso de combustible de las unidades de potencia representan solo una fracción mínima de la huella de carbono total de la F1, donde su impacto ambiental directo es relativamente bajo en comparación con otras áreas.
Finalmente, y si bien el deporte ha tomado medidas para abordar este problema, (introducción de regulaciones de eficiencia de combustible e impulso hacia tecnologías más sostenibles) queda claro que aún hay mucho trabajo por hacer para alcanzar la verdadera sostenibilidad en la Fórmula 1.