La preparación académica de Oliver Turvey, piloto de NIO 333 en la Fórmula E ha sido un punto a favor para su adaptación en la exigente y novedosa serie de monoplazas eléctricos, que ya cuenta con el aval de Campeonato Mundial por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
Graduado como ingeniero en la universidad de Cambridge, el británico reconoce que su educación le permitirá establecerse por muchos años en el torneo que cuenta con autos cada vez más complejos.
Se especializó en aerodinámica e ingeniería mecánica para relacionar mejor su carrera con las competiciones y más tarde se convirtió en el primer ganador del prestigioso premio Cambridge Blue para los deportes de motor.
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Turvey, quien además obtuvo el galardón McLaren Autosport BRDC Young Driver of the Year 2006, ahora patrocinado por Aston Martin, consideró que estos antecedentes lo favorecerían para la llegada de los nuevos autos Gen3 en 2022.
Aparte de un aumento de potencia a 470 CV y una reducción de peso de 120 kg, los coches tendrán un sistema de frenado regenerativo del eje delantero, que llevará la regeneración total desde el límite actual de 250 kW hasta un posible 600 kW.
Gran preparación en el aspecto técnico
El piloto asegura que las dificultades y el aumento de las áreas de gestión de la energía que requiere la categoría le favorecerían debido a sus estudios. «Siempre me ha gustado el aspecto técnico. Estudiar ingeniería me ha dado una buena experiencia en eso”.
«Cuanto más complejo sea, mejor para mí. La Fórmula E ya es una de las series más desafiantes desde el punto de vista del piloto. Hay muchas cosas que gestionar en la carrera, realmente mucha administración de la energía”, agregó Turvey.
El inglés espera que con las nuevas reglas de Gen3 le vaya mejor en el porvenir de la competición. «Como serie, me queda bastante bien en ese sentido. Definitivamente, espero con ansias el desafío de los autos de tercera generación”.
El corredor ha reconocido en varias entrevistas que su experiencia en el área de ingeniería podría ubicarlo como director de equipo al momento de retirarse de los volantes. «Sí, definitivamente. Hay otros pilotos que han pasado de conducir a un rol de equipo. Es algo que me interesa”.
«Como piloto, obtienes una gran visión general de todo el equipo: cómo funciona, cómo tener éxito, las posibilidades de fracaso. Aprendes mucho. «En el futuro, es algo que definitivamente consideraría y miraría. Cuando termine de correr, ese sería el paso natural», subrayó Turvey.
Sin embargo, con 33 años de edad, el conductor de NIO 333 aún no se ve fuera de las pistas. «Todavía me siento joven y estoy mejorando cada año. No estoy listo para colgar mi casco todavía, pero en el futuro, para la oportunidad adecuada, consideraría dirigir un equipo”, finalizó.
Redacción I Jhonattan González