El gran espectáculo y la imponente acogida que tuvo el E-Prix de Portland se vio empañado por la polémica que involucró a DS PENSKE, que recibió una dolorosa multa por recopilar datos de manera irregular de otros equipos.
De acuerdo con un reporte de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), DS utilizó un dispositivo capaz de recoger datos de otros coches de carrera.
De esta forma, el equipo obtuvo una ventaja injusta durante la competición de la Fórmula E, aseguran en su comunicado. Además de la penalización monetaria con 25.000 euros, los pilotos Stoffel Vandoorne y Jean-Éric Vergne también se enfrentarán a sanciones.
A partir de ahora, deberán esperar al final del pit lane al momento de unirse a las carreras, algo que podría afectar al rendimiento del equipo.
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Tecnología con uso negativo
Los reglamentos de la FIA avalan la sanción, puesto que ningún dispositivo, incluido el RFID, puede instalarse en el pit lane. Por lo tanto, la actuación de DS PENSKE rompe con la intención de mantener la igualdad de condiciones entre todos los participantes durante la competición.
Por su parte, Vergne fustigó contra la decisión de la FIA asegurando que es una «acusación falsa», y que se trata de una decisión «completamente equivocada». Sin embargo, el corredor reconoce la instalación del dispositivo RFID en la Fórmula E, pero no se habrían usado para lo que la FIA describe.
«Con el sistema simplemente leemos el número de serie de los neumáticos para saber cuáles están utilizando los demás. Algo que cualquier equipo puede hacer (y seguramente hace) tomando fotos», escribió en su cuenta de Twitter.
Asimismo, Vergne reconoce que dicho dispositivo no tendría que haber estado en el pit lane en primer lugar, y con eso concuerda con la FIA. Eso sí, considera que la sanción fue «bastante dura».