Durante sus primeros 30 años de utilidad, el buque de carga y pasajeros llamado ST Helena funcionó como un barco de suministro y salvavidas, recorriendo las aguas de Ciudad del Cabo y el Territorio Británico de Ultramar de Santa Elena, entre 1990 y 2016.
Ahora, el ST. Helena tendrá más páginas en su historial, puesto que será el encargado de transportar la carga y la infraestructura de la Extreme E, incluyendo los vehículos que verán acción en las pistas.
La renovación inició con un proceso de modernización y reacondicionamiento, en el que el principal objetivo fue reducir sus emisiones al mínimo. Luego se dio paso a la regeneración de motores, lo cual ha permitido que el barco funcione con un diésel marino de bajo contenido de azufre, en lugar del anterior combustible que era mucho más pesado.
La estética del buque ha sido mejorada a través de un proceso de reciclaje, procurando renovar las piezas para mantener su antiguo aspecto. Además, se ha expandido su habitabilidad para mejorar el confort de quienes habiten en él.
El proceso de rejuvenecimiento sigue en pie. Quienes llegaron a navegar en el ST Helena seguramente esperan con ansias verlo zarpar de nuevo, pero ahora, con la que será una de sus misiones más importantes: ser un ejemplo en la movilidad sostenible y trasladar la logística de una importante competición de autos al puerto más cercano de cada carrera.
Historia RMS
El ST. Helena es uno de los más de 70 buques que forman parte de la historia de la empresa de correo Royal Mail Steamship, la cual opera desde el 1980. Algunos de sus barcos más famosos, eran y son identificados en el acrónimo “RMS”. Uno de los más conocidos, el RMS Titanic.
Es uno de los pocos que todavía presta servicios. Hasta la fecha se ha convertido en el único con un futuro prometedor, portando una fachada que hará voltear a cualquiera que esté cerca del él y con el objetivo de recorrer varios continentes para trasladar la emoción de Extreme E.
Detalles técnicos
Todos los sistemas mecánicos del RMS en cuestión han sido modificados de manera radical. Los expertos encargados de repotenciarlo, han procurado economizar materiales y reducir al máximo tanto el consumo de combustible como las emisiones.
Los ejes y hélices fueron sacados para ser pulidos y reacondicionados. También le han sido integrados sistemas avanzados de flujo de aire en el agua, para reducir el consumo de agua.
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