Detrás de las carreras de Extreme E hay un arduo trabajo detrás de cada equipo para hacer posible que los SUV eléctricos «Odyssey 21» salgan a las pistas a dar espectáculo a los fanáticos.
Entre esos equipos destacados se encuentra Cupra, en el que corre el experimentado piloto, Mattias Ekström, quien reveló en una entrevista cómo se realizan las labores dentro de una plantilla que compite en el máximo nivel.
Uno de los aspectos que hace el trabajo de las escuderías más complejo es que solo pueden estar conformados por ocho personas, esto con el objetivo de reducir al máximo el impacto ambiental en cada jornada. Un ingeniero, un mánager, cuatro mecánicos y dos pilotos son los únicos miembros dentro de un esfuerzo titánico.
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“Cuando es necesario todos en el equipo ayudamos, incluso los pilotos. Cada mano cuenta. Es Una filosofía de equipo que nos ha servido durante las pruebas realizadas para tener un buen desempeño”, reveló Ekström que a la par de la Extreme E también corre en la PURE ETCR.
“Si miras al suelo puedes ver un ventilador de refrigeración, el extintor, las protecciones, todo lo que los mecánicos necesitan. Puede parecer un caos, pero no lo es. Es un caos organizado”, agregó el representante de Cupra.
La guarida de los equipos
Cada nómina cuenta con un paddock del mismo tamaño. Es una especie de carpa en la que deben estar todas las herramientas que se necesitan durante la carrera. En ese ámbito, Ekström detalló que es muy similar a una tienda de campaña y es todo el espacio que se les permite a los equipos. “El coche es muy grande, con un ancho de 2,20 metros, así que hay que sacar partido a cada milímetro cuadrado”, subrayó.
El sueco comentó que el backstage es un sitio clave dentro del comando de Cupra, ya que ahí es donde se toman las decisiones y se apuesta por una estrategia concreta. En ese mismo lugar se encuentra el cargador, necesario para surtir energía a las baterías del Odyssey 21.
Sin embargo, para Ekström el sitio más “romántico” de todo el campamento es la mínima cabina que utilizan los conductores para cambiarse. A pesar de los pocos metros que tiene para colocarse el traje, lo califica como “un lujo” entrar allí y concentrarse ante de las contiendas.
Concluye que la organización de la Extreme E ha dado en el punto clave para conquistar a los fanáticos al mezclar la emoción de las carreras del deporte motor y la consciencia de las personas para proteger al medio ambiente, sumamente golpeado por el cambio climático.
Redacción I Jhonattan González