Con una historia inquebrantable que data de 1904, que tiene en su haber la fabricación de vehículos de lujo y participación en las más tradicionales y prestigiosas competiciones
del siglo pasado, la marca española HISPANO SUIZA relanzó su pergamino al entrar de lleno en la movilidad eléctrica y sostenible.
La compañía volvió a recibir los reflectores con el lanzamiento del “Carmen Boulogne”, un superdeportivo eléctrico de 1.114 CV y regresó al mundo del deporte motor en la Extreme E junto a Xite Energy, marca británica de productos saludables.
A pesar de no estar en los planes iniciales durante la organización del torneo, HISPANO SUIZA aprovechó la deserción de uno de los equipos para colarse en la parrilla, y ya cuando la primera temporada está por culminar, la plantilla se ubica en un sólido quinto lugar de la clasificación, guiada por dos talentosos pilotos como Christine GZ y Oliver Bennett.
Un viaje maravilloso
Para la marca, según declaraciones de sus directivos en diversas entrevistas, la campaña inicial de la Extreme E ha sido increíble y están contentos de cómo se ha desarrollado el evento. Destacan que todo el programa que la serie ha elaborado superó las expectativas y los destinos elegidos representan una gran experiencia.
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Sergio Martínez, CEO de HISPANO SUIZA señaló al conocerse la incursión de la escudería en la categoría, que una de las razones de su participación es reflejar la importancia que merecen la electromovilidad y sostenibilidad. “Tenemos que ser muy conscientes de que el mundo está cambiando y todos debemos luchar para reducir nuestra huella de carbono antes de que sea demasiado tarde».
“Ha sido un momento histórico para Hispano Suiza el volver al mundo de la competición después de tantos años. Hemos estado entre lo mejor del automovilismo mundial haciendo del motor un mundo sostenible”, destacó Martínez.
Además de los objetivos para proteger al medio ambiente, HISPANO SUIZA ve en la Extreme E una gran oportunidad para evolucionar, puesto que está ayudando a la industria automovilística a desarrollar tecnología de cara al futuro usando las carreras como plataforma para la innovación en las carreteras, acelerando la transición.
La Extreme E, primera competición deportiva que se ha ideado con un propósito social, tiene como objetivo minimizar el impacto medioambiental creando consciencia en los ciudadanos. Para ello, sus carreras se desarrollan en lugares que ya han sido afectados por el cambio climático, llevando a los aficionados al corazón de los problemas más apremiantes a los que se enfrenta el futuro del planeta.
Redacción I Jhonattan González