La primera temporada de la Extreme E dejó un legado importante no solo en emoción deportiva, sino en su propósito principal de impulsar planes para la recuperación y preservación del ecosistema en destinos golpeados por la contaminación y el cambio climático.
En ese sentido, la competición presentó su primer informe de sostenibilidad, que refleja un trabajo conjunto con el Comité Científico, ONG asociadas y las comunidades locales.
La primera zafra de la serie de todoterrenos eléctricos dejó como resultados 8.870 toneladas de carbono para un promedio de 1.774 toneladas por carrera.
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Para compensar estas cifras, la Extreme E invirtió en certificados ambientales para un parque eólico en la Patagonia, Argentina, conocida como una de las regiones más ventosas del mundo donde cada año se suministran a la red 300 GWh de electricidad renovable limpia y se evita que 190 mil toneladas de emisiones de GEI (Gases de efecto invernadero) que ingresen a la atmósfera.
Mecanismos para reducir huella ambiental
Entre los métodos que se utilizaron para reducir el impacto ambiental se encuentran el uso de vehículos electrificados, no tener fanáticos en las carreras, sino alentarnos para seguir la competencia a través de las plataformas digitales, así como restauración del barco oficial del torneo.
Además, la Extreme E aplicó la utilización de celdas de combustible de hidrógeno AFC Energy con energía solar y agua para generar electricidad que impulsó los coches. Asmismo, se alimentaron las operaciones del paddock con baterías Zenobe de segunda vida y se limitó el personal del equipo de carrera a solo siete personas.
El campeonato también concretó alianzas significativas con organizaciones como Count Us In para inspirar a los fanáticos a comprometerse a vivir un estilo de vida menos intensivo en carbono y reducir su impacto ambiental individual.
El desafío Count Us In inspiró a 1.231 fanáticos de Extreme E a hacer 3207 promesas. Esto equivale a un ahorro de carbono de 1 241 223 kg CO2e, lo que equivale a más de 1200 vuelos desde Londres a Nueva York.
Aportes en los destinos que visitó
Cada carrera efectuada por la Extreme E dejó avances concretos en los territorios visitados. En Brasil se asoció con The Nature Conservancy en su programa de restauración forestal en Pará. La iniciativa recuperó 100 hectáreas de bosque nativo, mantuvo más de 200 hectáreas de agrosilvicultura a base de cacao y trabajó con agricultores locales en el proceso.
En Senegal, junto a la ONG Oceanium se comprometió a plantar un millón de manglares para ayudar a combatir el aumento del nivel del mar y apoyó un proyecto comunitario local destinado a mejorar las prácticas sostenibles y la educación en Niaga, una comunidad cercana al lugar de la carrera.
Seguidamente, en Groenlandia se ideó un programa de educación sobre el cambio climático de UNICEF, desarrollado e impartido a 3.600 niños en edad escolar, junto con inversión en paneles solares y un plan de movilidad eléctrica para la escuela de la comunidad.
Entre tanto en Cerdeña, Italia, la Extreme E trabajó para apoyar la respuesta de recuperación a los devastadores incendios forestales en la isla, junto con un proyecto de conservación de pastos marinos para revertir el daño del carbono debido al aumento de la temperatura del mar.
Arabia Saudita fue otro de los territorios visitados por la categoría donde se implementó una iniciativa de conservación para la tortuga verde en peligro de extinción y la tortuga carey en peligro crítico. Este programa incluyó la construcción de cercas en la playa, prácticas de manejo y monitoreo del lugar, e importación de arena para elevar la bahía a un nivel apropiado para la anidación.
Por último, en Reino Unido apoyó al National Trust para reintroducir tres parejas de castores en los humedales de Purbeck Heaths en Dorset y así, ayudar a mejorar la biodiversidad del área. Se espera que los castores ayuden a abrir cientos de hectáreas de humedales que han estado en declive ecológico durante décadas, restaurando pantanos de agua dulce y hábitats de piscinas para otra vida silvestre. Esto mejorará la calidad del agua y el almacenamiento de carbono, y reducirá el riesgo de inundación.
Para la Extreme E este informe detalla el duro camino para tener la huella de carbono más baja en el automovilismo internacional y la perspectiva de cómo convertirse en carbono neutral.
Redacción I Jhonattan González