Las bicicletas eléctricas figuran como deporte que requiere resistencia física, fortaleza mental y adaptabilidad por parte de sus participantes, pues los ciclistas enfrentan diversos desafíos durante las carreras, desde ascensos empinados hasta descensos traicioneros.
Sin embargo, uno de los escenarios más desafiantes para los ciclistas del WES UCI E-MTB XC World Cup es competir en condiciones climáticas extremas, especialmente en carreras como la reciente celebrada en Monghidoro: la Ronda 1 de Bologna Montana, caracterizada por una lluvia y barro implacables.
El evento del sábado 10 de junio resultó ser una verdadera prueba de resistencia para todos ellos. La carrera se llevó a cabo en medio de fuertes lluvias que transformaron los senderos de tierra, antes suaves, en un campo de batalla embarrado.
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Los ciclistas se enfrentaron a un conjunto completamente diferente de obstáculos, poniendo a prueba sus habilidades y determinación al límite. El primero de ellos fue la pista en sí, que se convirtió en un desafío resbaladizo y embarrado debido a la lluvia continua.
Las bicicletas eléctricas estuvieron a la altura bajo la intensa lluvia en suelo italiano, al igual que la de Justine Tonso, a pesar de algunos problemas técnicos. «Tuvimos una carrera muy, muy difícil. La enfrenté sin frenos en absoluto. Traté de hacer las últimas vueltas como pude», dijo la ciclista de Lapierre Overvolt.
Sin embargo, en medio de la lluvia y el barro implacables, había una cierta belleza en presenciar a los corredores luchando contra los elementos de la naturaleza.
A medida que la carrera empapada en lluvia llegaba a su fin, los ciclistas cruzaron la línea de meta en la Ronda 1 de Bologna Montana cubiertos por barro de pies a cabeza, exhaustos pero satisfechos.
Redacción | Ronald Ortega