Ya conquistó su gran objetivo en el 2020: ser campeón de la MotoE. Sin embargo, Jordi Torres cuenta con mucha ambición para continuar compitiendo al más alto nivel en búsqueda de más trofeos que agranden su legado en la categoría eléctrica, pues ese es el propósito planteado en 2021, aunque la situación no refleja un panorama sencillo para lograrlo.
A falta de dos fechas por finalizar el campeonato actual, el piloto español figura en la segunda posición de la tabla general con una producción de 63 puntos, tan solo a 7 unidades de Alessandro Zaccone (70) y su gran objetivo de revalidar el título, aunque, deberá pelear fuertemente en Austria a bordo de su Pons Racing 40 para lograrlo.
El espectáculo, pelea y garra que pueda brindar Torres de seguro no faltará, pues desde que se inició en el mundo del motociclismo mostró fuerza y competitividad, dos factores claves para poder ascender en el mundo de la competición, tanto así que en 1999 salió como flamante campeón de Scooters 50 cc, siendo el resto historia.
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El camino de Jordi Torres hacia la gloria en la MotoE
Desde allí transitó por diferentes categorías que le dieron amplia experiencia, pero desde ese momento se sabía que un nuevo talento había nacido, razón por la cual las oportunidades de experimentar escenarios diferentes y cada vez más exigentes no tardaron en aparecer, y en cada una de ellas, Torres destacó por encima del resto para seguir forjando su camino.
Moto2, Superbike y la máxima categoría del motociclismo: MotoGP, forman parte del extenso currículum de Jordi Torres a bordo de dos ruedas, lo que representó un aval suficiente para inscribir su nombre en el campeonato de la MotoE y dejar su huella en los libros históricos tras conquistar la gloria en 2020 luego de una intensa batalla contra Matteo Ferrari y Dominique Aegerter.
En la última carrera, el piloto español tan solo tenía que cruzar la bandera cuadros en la octava posición o más adelante independientemente de los resultados que obtuviesen el italiano y el suizo. Se dice fácil, pero la presión está presente, cualquier error podía mandar a la basura el arduo trabajo de una temporada extensa y agotadora.
En la primera vuelta de esa carrera fue tocado en uno de sus neumáticos y delante de él se produjo un accidente que pudo acabar con todo, pero afortunadamente para Jordi Torres no sucedió, logrando terminar en la sexta casilla para beber champagne como todo un campeón, a pesar de que Ferrari y Aegerter terminaron por delante de él en Le Mans.
Redacción | Ronald Ortega