En la actualidad, la mayor parte de los vehículos eléctricos emplea baterías de iones de litio como propulsor principal para lograr la movilidad de los mismos. Sin embargo, recientemente se presentó un modelo innovador que podría emplearse como opción de cara al futuro cercano con respecto al escenario totalmente verde que se desea alcanzar.
Cabe destacar que las baterías de iones de litio presentan múltiples ventajas, pero al mismo tiempo cuenta con un talón de Aquiles que arruina los factores positivos: Las dendritas, pues estas piezas obtienen una forma puntiaguda con un filo considerable que termina por perforar la batería y afectar su integridad, acortando su vida útil. Por consiguiente, se transforma en un problema a mejorar.
Justamente, este nuevo concepto consiste en una batería de metal y litio sólido nacida a raíz del estudio de un grupo de científicos e investigadores provenientes de la Universidad de Harvard que buscó solucionar el problema de las dendritas analizando su estructura y formación, asegurando haber encontrado una respuesta oportuna.
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Batería de metal y litio sólido
Los científicos de la citada universidad llegaron a la conclusión de fabricar una batería de litio-metal empleando material metálico en estado sólido para reemplazar los iones de litio, desapareciendo por completo a las dendritas que tantos problemas causan en los vehículos eléctricos. Además, también aseguran que la nueva propuesta hace de la pieza de energía una fuente más estable con respecto a una que utilice grafito o materiales líquidos.
El secreto para eliminar el problema pasa por tener en cuenta cualquier grieta a nivel químico con «descomposiciones generadas dinámicamente» para detener la formación de dendritas, según reveló la publicación del estudio en la revista Nature.
«Nuestro diseño multicapa tiene la estructura de un electrolito menos estable intercalado entre electrolitos sólidos más estables, lo que impide el crecimiento de dendritas de litio», agregaron.
Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer en este estudio, dado que en el pasado también se optó por experimentar con las baterías de litio-metal pero sin éxito alguno, pues han explotado tras volverse inestables, aunque los resultados obtenidos en la Universidad de Harvard resultan bastante prometedores de cara al futuro.
«Esta tecnología de baterías podría aumentar la vida útil de los vehículos eléctricos hasta la de los de gasolina -de 10 a 15 años- sin necesidad de sustituir la batería. Gracias a su alta densidad de corriente, la batería podría allanar el camino para que los vehículos eléctricos puedan cargarse completamente en 10 o 20 minutos», expresó el comunicado de Harvard.
Redacción | Ronald Ortega