El estadio olímpico de Seúl, Corea del Sur, será escenario de las dos últimas rondas de la Fórmula E, correspondientes a la temporada 8 antes de pasar a la esperada tercera generación (Gen3).
La carrera en territorio asiático significará el giro número 100 en la serie de monoplazas eléctricos, cifra redonda que sirve como punto de inflexion para hacer un balance sobre la evolución del torneo.
En una rueda de prensa, el confundador de la categoría, Alberto Longo, manifesto su satisfacción por todo lo alcanzado desde 2014, año en el cual salieron al ruedo los autos cero emisiones a los circuitos urbanos.
“Cualquiera que me lo hubiera contado hace ocho años, habría pensado que está un poco loco”, dijo. “Hemos llegado para quedarnos y esta carrera en Seúl es una validación del trabajo duro que ha hecho el equipo durante todos estos años”.
Arduo trabajo
Ante el escepticismo de los tradicionalistas que señalaban que unos coches que no sonaran jamñas tendrían éxito, Longo, junto a Alejandro Agag, salió a convencer a pilotos, escuderías y líderes de ciudades para armar todo lo que es hoy la competición que incluso ya está avalada por la FIA.
“Nos dividimos el mundo en dos. Alejandro se iba un poco más hacia Europa a Asia y yo de Europa a América. Empezamos a viajar y no hemos parado”, apuntó.
Para 2012, se presentó el Gen1, el primer monoplazas totalmente eléctrico. En el asfalto, alcanzaba una potencia de 150 kiloWatts y su aceleración era de cero a 96 kilómetros por hora en tres segundos.
Evolución total
Para 2023 debutará el Gen3, que, según los promotores de la serie, será el auto de carreras más eficiente del mundo, ya que su batería podrá regenerarse hasta 40% durante las carreras.
Tendrá destacados atributos como el primer monoplaza con motor delantero y tresero, no tendrá frenos hidráulicos traseros, su motor eléctrico entregará una potencia de hasta 350 kiloWatts, será mucho más ligero y pequeño y tendrá una huella de carbono cero neto.
Asimismo, la Fórmula E detalló que todas las piezas rotas de fibra de carbono del coche se reciclarán, los neumáticos serán sustentables y se transformará en el auto más rápido en la historia del torneo, alcanzando una velocidad máxima de 322 kilómetros por hora.