Si bien es cierto que hay grandes adelantos en la infraestructura de carga para vehículos eléctricos, la gran actividad a la que están sometidas las redes y la comodidad de los usuarios han impulsado a que surjan avances que funcionen como alternativas al mundo de la movilidad sostenible.
Desde Francia, el Instituto para la Transición Energética presentó el “VIPV “(Vehicle Integrated PhotoVoltaic), un nuevo e ingenioso panel solar para coches electrificados.
Los científicos a cargo del proyecto, que aún se encuentra en fase desarrollo, explican que es una solución para integrar la energía solar en el transporte privado. El programa está respaldado por la Comisión Francesa de Energías Alternativas y Energía Atómica (CEA), que ven a los paneles solares como una herramienta para aprovechar las horas que pasan al sol los autos cuando viajan o están estacionados en la calle.
Características
El kit fotovoltaico consta principalmente de un panel solar diseñado específicamente por el CEA y que está dotado de una potencia de 145 Wp. Además, incluye una cara posterior magnética y un diseño mecánico que le permite adaptarse a cualquier carrocería metálica de un vehículo.
El objetivo principal de la innovación es alimentar directamente y lo suficiente la batería principal para ampliar la autonomía de viaje en unos pocos kilómetros al día, aunque también se puede utilizar para hacer funcionar toda la electrónica del coche y el aire acondicionado.
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Minuciosas pruebas
Los investigadores destacan que el conjunto fotovoltaico no es intrusivo y debería permitir recargar parcialmente el coche directamente con energía solar. El invento ya fue probado en un Renault Zoé, demostrando que puede producir la suficiente electricidad para ampliar la autonomía de la batería en 4 kilómetros al día.
La electrónica de esta tecnología consta de un regulador de carga MPPT que está asociado a una batería y a un microinversor que permite inyectar la energía solar almacenada en la red del vehículo. El sistema, que se trata de un prototipo y que va colocado en el techo de un coche, se instala y desmonta fácilmente, y es totalmente compatible con cualquier auto eléctrico.
De cara al futuro el Instituto francés realizará más experimentos durante periodos de tiempo más largos y en diferentes vehículos eléctricos para saber con precisión la contribución sobre el kilometraje, pero estiman que esta podrá aumentar en 800 kilómetros al año.