Stoffel Vandoorne consiguió la victoria en la segunda carrera que la FIA Fórmula E celebró en Roma este fin de semana. El piloto de Mercedes se reivindicó de la derrota del sábado con una gran estrategia para deshacerse de sus rivales.
A diferencia de la etapa de clasificación, el asfalto del trazado romano estuvo en su mayoría seco, aunque con algunos parches húmedos. La salida, como en la primera carrera, se realizó detrás del coche de seguridad.
Nick Cassidy, ganador de la Pole, contó unos primeros metros relativamente tranquilos, pero en la primera frenada fuerte perdió la parte trasera de su coche e hizo un trompo, por lo que cayó automáticamente a la undécima posición.
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El accidente dejó el liderato de la carrera a Norman Nato, quien tenía detrás a Pascal Wehrlein, Stoffel Vandoorne y a un Maximilian Günther que tenía sus más y sus menos con Alexander Sims y Edoardo Mortara.
Pugna entre Nato y Vandoorne
El ritmo de Norman Nato no era especialmente alto, así que Pascal Wehrlein decidió pasar al ataque y, con una gran frenada, pronto se ubicó en lo más alto de la carrera; Vandoorne sacaría ventaja de la maniobra y unas curvas después, pasaría también a Nato.
Así las cosas, Pascal Wehrlein lideraba la carrera con algo menos de un segundo de ventaja sobre Stoffel Vandoorne y Norman Nato estaba en tercera posición, con Max Günther y Alexander Sims detrás al acecho.
Fue ese momento en el que Cassidy, en plena remontada por su error inicial, se dirigió hacia las protecciones cuando Oliver Rowland le dio un toque por detrás en plena frenada. El neozelandés ha podido reanudar la marcha, pero estaba último.
La estrategia de Vandoorne
Con la llegada de las primeras activaciones del modo de ataque, Vandoorne apeló a su inteligencia y “robó” la cartera a Wehrlein al activarlo una vuelta antes, lo que permitió al belga colocarse líder de la carrera.
Además, un incidente entre Sébastien Buemi y Lucas di Grassi provocó una situación de ‘full course yellow’ justo después, por lo que Pascal Wehrlein apenas pudo sacar partido al extra de potencia del modo de ataque, cuando Vandoorne no estaba sólido en la justa.
En la reanudación, Vandoorne gozaba de una cómoda ventaja –superior a los dos segundos– sobre un Alexander Sims que tomó por sorpresa a Wehrlein y le arrebató la segunda posición.
Con una ventaja tan grande, el piloto de Mercedes decidió utilizar el segundo modo de ataque ipso facto. Mientras sus rivales peleaban, Stoffel tenía todo de cara para resarcirse de lo ocurrido en la carrera del sábado.
A falta de sólo ocho minutos para el final, René Rast colisionó contra el muro y propició un coche de seguridad que agruparía de nuevo a los pilotos.
La carrera sería reanudada a modo de ‘sprint’ final de sólo una vuelta, y en ella Stoffel Vandoorne aprovechó el ‘fan boost’ para no dar opciones a sus rivales y conseguir una victoria que ayer se le escapó por un incidente en el inicio de la carrera.
Alexander Sims quedó en segunda posición y Norman Nato en la tercera. Si bien el francés fue descalificado por usar demasiada potencia de la permitida, de modo que Pascal Wehrlein terminó en el podio.
Redacción | Jhonattan González