Cada vez falta menos para la cuarta parada de la primera temporada de la emocionante serie eléctrica, Extreme E. El próximo 24 y 25 de octubre, los Oddysey 21 saltarán al terreno de la isla de Cerdeña, primer territorio europeo en recibir a la competición.
Todo el material a utilizar en la jornada ya se encuentra en Italia con el arribo del ST. Helena, barco que transporta los vehículos, miembros y herramientas de los equipos que disputan el torneo ideado por el empresario español, Alejandro Agag.
La elección de utilizar el barco para los traslados no es accidental. La navegación por mar, gracias a los eficientes motores montados en la embarcación, reduce considerablemente la contaminación producida en comparación con un viaje por aire. Por lo tanto, la motivación es también la carta de triunfo de la Extreme E, que ha encontrado una combinación perfecta en el deporte y el apoyo al medio ambiente para aumentar la conciencia pública sobre los efectos del cambio climático y la contaminación provocada por el hombre.
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Después del Arctic X Prix, histórica primera carrera de automovilismo en Groenlandia, la nave zarpó hacia Cagliari llevando consigo la preciada carga, incluido el sistema que incluye paneles solares y celdas de hidrógeno para recargar los autos cero emisiones, dos baterías para alimentar el paddock y lo que se necesita para montar una carrera en cualquier lugar, incluida el área de entrenamiento del Ejército de Capo Teulada, donde tendrá lugar el X-Prix Island.
El evento se organiza en colaboración con el Automobile Club Italia, que una vez más cuenta con la probada plantilla del World Rally Italia Cerdeña y el apoyo de las autoridades regionales representadas en el Departamento de Turismo, lo que permite que la isla vuelva a tener un papel de primer orden en el panorama automovilístico mundial.
La transformación del ST. Helena
El St. Helena, ahora luciendo los colores de la Extreme y experimentando una segunda juventud después de una restauración millonaria, fue durante mucho tiempo un barco de correo. De 1990 a 2016 estuvo al servicio de Royal Mail transportando pasajeros y mercancías por la única ruta del mundo que conectaba la remota Santa Elena, una isla volcánica tropical ubicada al sur del Ecuador y el centro del Océano Atlántico con Ciudad del Cabo.
En 2018, el antiguo Royal Mail Ship fue adquirido por la Extreme E y posteriormente sometido a una renovación de un millón de dólares, que se realizó durante casi dos años en los astilleros de Liverpool, para transformarlo de un barco obsoleto y anticuado a un medio de transporte eficiente y sostenible.
Redacción I Jhonattan González