Equiparar un proceso de carga para vehículos eléctricos con los mismos tiempos que se utilizan en el suministro de coches a combustión, se ha convertido en el gran reto de la tecnología electrificada. Es por ello que diariamente se hacen públicas las intensas investigaciones en ese sentido.
Desde China, país líder en movilidad eléctrica que vende más vehículos limpios que el resto del mundo, donde se ha propuesto que en 2035 el 50% de las matriculaciones sean de este tipo, se ha revelado un nuevo estudio acerca de los tiempos de recarga.
Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China ha descubierto una manera de acelerar la recarga de los coches eléctricos gracias a un ánodo rediseñado que, en medio de los test, logró el 60 % de la capacidad en 6 minutos y el 80 % en 11,4 minutos.
Los científicos denominan esta innovación como “carga extremadamente rápida”, tecnología que se centra en el rediseño del ánodo de las celdas con una nueva arquitectura porosa en la que se incrustan las partículas de grafito que sirven como soporte al litio en una disposición óptima.
El rol del ánodo
El trabajo se centra precisamente en el ánodo. Su rediseño puede ofrecer grandes beneficios en el rendimiento general de logrando retener mucha más energía y permitir una recarga mucho más rápida.
Si bien es cierto que la química del cátodo es la que ofrece más posibilidades para modificar las características finales de las celdas (NCM, NCA, LOT, LCO), esta investigación demuestra que el ánodo también tiene su importancia.
Lee también: Mónaco dejó tensión dentro de ROKIT Venturi tras incidente entre Mortara y di Grassi
Los investigadores se enfocaron en optimizar el ánodo estándar mediante su rediseño, incorporando las partículas de grafito de cierto tamaño esparcidas por toda una nueva arquitectura porosa. La idea era abordar la naturaleza no ordenada de los ánodos actuales, que presentan muchos espacios vacíos que se traducen en un deficiente funcionamiento de la carga rápida. La estrategia se centró en el uso de modelos teóricos al nivel de partículas para determinar su disposición óptima.
Asimismo, el equipo agregó nanocables y un revestimiento de cobre, utilizó tratamientos de calentamiento y enfriamiento para dar forma al su nuevo componente.
Los científicos ven esta la tecnología como una alternativa vital para lograr el objetivo establecido por el Departamento de Energía de Estados Unidos de lograr recuperar 16 kilómetros de autonomía por cada minuto de carga, lo que se traduce en aproximadamente 100 kilómetros por cada minuto que permanezca conectado.
Redacción I Jhonattan González