El año 2022 fue histórico para eSkootr Championship (eSC), pues la categoría 100% eléctrica de scooters debutó por todo lo alto, brindando carreras de alto calibre, visitando tres países y definiendo lo que será el inicio de una nueva división de deportes a motor sostenible y apasionante.
Uno de los objetivos principales de la serie es mostrar la capacidad que pueden brindar los scooters como vehículos de micromovilidad urbana, exaltando bondades como velocidad, resistencia, practicidad y seguridad. Sin embargo, para llegar allí hubo que afrontar diversos retos a nivel de desarrollo.
Hacer que un vehículo pequeño y de poca estructura fuese apto y seguro para pilotos de alto rendimiento, quienes a bordo de él alcanzaron velocidades de hasta 100 kilómetros por hora fue una de las tareas más retadoras que tuvo Peter Wright, presidente de la Comisión Técnica y Deportiva de eSC.
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Retos de seguridad
Para Wright, la experiencia adquirida a lo largo de la primera campaña de la serie demostró lo sencillo que resulta para los pilotos perder el control de sus scooters. «Esa pérdida puede ocurrir con poca advertencia y es difícil recuperarse, lo que conduce a posibles lesiones», aseguró.
Sin embargo, lograron dar con las zonas vulnerables que requieren de mayor protección para que los protagonistas de eSkootr Championship compitan con los elementos de protección necesarios para brindar un espectáculo de primer nivel sobre los diversos circuitos que visita la categoría.
“Descubrimos en las carreras que es en la cabeza, cuello y articulaciones de las extremidades superiores e inferiores donde pueden ocurrir estas lesiones, lo que refleja los hallazgos limitados de datos de lesiones actualmente disponibles del uso público de e-scooter», aseveró.
«El contacto suele ocurrir en las carreras, pero nos interesan más los incidentes en los que el piloto pierde el control por sí mismo, donde el scooter se vuelve inestable. Aquí es donde vemos la relevancia del mundo real y donde queremos centrar la atención de nuestra investigación inicial”, prosiguió.
De esta manera, el objeto de la investigación de eSC es trasladar esa información hacia el público general que utiliza scooters en la calle.
«El usuario medio que alquila un scooter no tiene mucha experiencia en el control. Si les molesta un desnivel del suelo, un bordillo, un bache o intentan esquivar algo, pueden perder el control. Nuestra prioridad es ayudar a mejorar la estabilidad del diseño del scooter y reducir el riesgo de incidentes y lesiones”, dijo.
Para dar solución a este problema, trabajan en un programa de investigación de 12 meses que analiza las características fundamentales de control de los scooters y otros elementos como rigidez estructural, geometría de la dirección, giroscopios de las ruedas, etc. “A partir de esto, podemos crear un modelo matemático de un scooter y un ciclista para simular una variedad de escenarios”, finalizó
Redacción | Ronald Ortega