Christine Giampaoli Zonca, mejor conocida como Christine GZ, conversó con el equipo de prensa de Extreme E acerca del accidente que sufrió en la primera carrera de la temporada, en NEOM. Allí, detalló el suceso además de reafirmar la importancia de la salud mental en los atletas, un factor muy conversado en los últimos meses dentro del mundo deportivo.
A bordo del ODYSSEY 21 de Veloce Racing, ‘GZ’ sufrió un accidente que volteó el vehículo y lo sacudió con fuerza contra la arena del desierto de Arabia Saudita, donde la peor parte de la llevó su pie izquierdo luego de sufrir una fractura del metatarsiano, aunado a rotura de dos ligamentos. Aunque, al momento no se percibía que la lesión sería de esta magnitud.
Sin embargo, las heridas físicas sanan, un poco de dolor, hinchazón, rehabilitación y todo vuelve a funcionar correctamente, pero ¿La salud mental?
El automovilismo es un deporte atractivo, pero peligroso. Debido a los altos estándares de seguridad, los aficionados suelen olvidar lo complicado que puede ser involucrarse en un choque a alta velocidad. De seguro, los competidores no piensan en eso todo el tiempo, pero cuando sucede un golpe como el que sufrió Christine, cambia el escenario.
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Ante ello, GZ reveló cómo un entrenador neurológico estuvo con ella para superar el impacto mental de volver a competir, aunque en los momentos después del accidente todo se sentía normal para la piloto de Veloce Racing. «Mis manos estaban de vuelta en el volante, mi pie estaba abajo, estaba rodando y estaba como ¡vamos! Solo regresa sobre cuatro ruedas y vamos a terminar esto. Entonces, de repente, estaba boca abajo y tratando de salir. Me di cuenta de que no podía porque tenía el pie atascado», afirmó.
«Los muchachos fueron súper rápidos sacándome del auto y de regreso al paddock, pero tan pronto como intentaron ponerme en el piso, mi pie se sintió muerto. Me di cuenta de que algo había salido mal», prosiguió antes de tocar el apartado psicológico. «Mentalmente me impactó de varias maneras. Pasé de que todo va a estar bien, a cuando me operaron y no pude hacer nada. Estaba atascado y pensé bien, esto podría ser un problema real».
La imagen del accidente se repetía una y otra vez en la mente de Christine, soñaba con la repetición del momento de forma constante, por lo que la ayuda del entrenador mental fue clave para superar este difícil proceso, alentando al resto de los deportistas a contar con uno en su equipo de trabajo.
«Todo atleta debería tener un entrenador mental. La gente se asusta un poco cuando dices psicólogo, pero todo este tiempo me ha dado la oportunidad de pensar y ver cómo mejorar de una manera diferente», finalizó.
Redacción | Ronald Ortega